domingo, 27 de noviembre de 2011



Chávez y sus guardias del pueblo

La primera ocasión que divise la figura de Hugo Chávez, ha sido en Bolivia. Corría el año 2009 una reunión de movimientos sociales del mundo reunido en Cochabamba para analizar el problema del “Cambio Climático y los Derechos de Madre Tierra” y dar una solución alternativa. La clausura estuvo a cargo del comandante llanero.

La Plaza Diego Ibarra aunó a miles de guardias del pueblo. Había llegado hace unos días a Caracas, y tuve la oportunidad de estar a unos metros de este hombre que es el discípulo de Juan Velasco Alvarado. Él ha estudiado a profundidad el proceso político (1968-1975) nacionalista del Perú. No hay duda alguna que el militar peruano influyó en la personalidad y en sus ideas. Quiero decir, que Chávez es la hechura política de Velasco.


Soldados leales

El comandante de Sabaneta supo rodearse de la tropa que forma el Ejército venezolano. Se ha ganado no sólo el respeto, sino también el cariño y la credibilidad. Lo llaman “mi presidente”, porque encarna la revolución más profunda que se realiza en Latinoamérica. Ha seducido con su carisma a los hombres humildes, campesinos, obreros, jóvenes y en recompensa le tienen una lealtad incuestionable sus soldados de tropa.

Los militares veteranos (caso Baduel y otros) que han sido participes en el golpe de Estado de 1992, han sido ganados por la derecha sobornada por Norteamérica. No han entendido el proceso histórico que empezaba Chávez. Han resquebrajado la organización político y el Gobierno. Ante este panorama de complot militar, había la necesidad de deshacerse de generales que conspiraban permanentemente dentro de la revolución.

Hubo un vacío institucional y político. Es ahí donde aparecen figuras jóvenes con una posición política consecuente y una lealtad probada para acelerar la revolución. Muchos oficiales desempeñan funciones de importancia dentro del Gobierno. Son ellos los que cooperan para que el proceso político avance hacia la liberación y no haya una desviación ideológica. Eso dificulta el avance de un proceso y a tal punto que lo desvirtúa su esencia revolucionaria.


Hombre destinado

La derecha venezolana se encuentra atemorizada y la moral de sus dirigentes es pésima, porque tiene al frente a un militar que puso en juego el pellejo para abrirse el espacio y el liderazgo político. Un hombre que libra batallas titánicas con los partidos reaccionarios y contra un país Norteamericano que se considera el invencible y poderoso del mundo. Hasta el momento no conoce la derrota, ha sabido siempre ganar la batalla sin sacar la espada de Bolívar.

El año 2012 es vital para Venezuela, porque colisionan dos fuerzas políticas contrarias: la derecha conservadora financiado por Estado Unidos y la nacionalista asistido por los sectores que entienden de que se debe hacer un cambio nuevo y sin copia a los europeos. Chávez es obediente a los dictados de la nación. Tal vez esa sea el motivo para que la agencia Norteamérica propaga la noticia de que las elecciones de octubre 7, se realizará sin la presencia física de Chávez. El objetivo no es que Venezuela (como argumentan) recupere su futuro; el fondo es hacerse nuevamente con las riquezas de la nación que han sido recuperado por el Gobierno.

No cabe duda, que el factor determinante, para que el proceso político no se altere y cambie el rumbo que debe proseguir, es vital la presencia de Chávez. Recordemos lo que paso con Velasco Alvarado. Sus coroneles de una filiación de izquierda marxista no supieron defender la revolución. Ha sido muy tarde cuando comprendieron el papel, la posición que personifica Velasco dentro de la revolución nacionalista. La realidad concreta de esta revolución es que haya alguien que defienda hasta sucumbir, si así lo exige la situación. El caso en Venezuela es que hay un líder comprometido. Recuérdese que hay hombres destinados para esa gran misión. Ese es el papel de Chávez en el presente.


Guardias revolucionarias

Antes que llegara a la presidencia Chávez, las organizaciones sociales estaban en manos de sectores del partido comunista. Sus líderes le daban una orientación bolchevique y enfocaban la situación social política a través del marxismo clásico. Hugo Chávez le da otro encauzamiento a los sindicatos, las barriadas y al movimiento estudiantil. Aunque no entiende aún de que el nacionalismo se concibe como una doctrina legado por los ancestros. Los intelectuales consideran que es una etapa histórica de lucha política. Un error histórico, y fatal.

El movimiento estudiantil, asume el rol que le corresponde: luchar desde abajo para que la revolución no sea golpeada por la derecha. Los cuadros libran batallas desde una década, y no ha podido constituirse en una fuerza hegemónica al interior de la universidad. No supo aplastar en su momento al grupo de estudiantil pro norteamericano. Es un germen peligroso para los años que se acercan.

El golpe de Estado de 2002 de la derecha ha magullado y también ha dado una lección importante a Chávez. No tenían una fuerza sólida en las Fuerzas Armadas. Eran huérfanos de grupo de choque que proteja al Gobierno. Ha cambiado sustancialmente ese contexto. En las escuelas militares los oficiales son adoctrinados. En las barriadas se siente la presencia de Chávez. Las guardias del pueblo son el oído y la voz y tienen la tarea histórica como es custodiar la revolución.