sábado, 9 de junio de 2012



La petición al J'amauta Mariátegui

Una situación inestable vive el Perú. No porque los campesinos quieran boicotear al gobierno que ellos mismos eligieron como una gran esperanza. Esa esperanza se viene desvaneciendo de a pocos y la realidad otra vez es trágico para los 30 millones de peruanos. Recordemos nuestro país vivió 20 años de la oscuridad de la corrupción, 20 años de una política entreguista por los partidos tradicionales. Este hombre tiene el mandato de todo un país para realizar los cambios profundos del Estado colonialista, que no responde a la necesidad de la nación. No lo hace. No tiene los ánimos y el coraje necesario. La derecha lo acobarda. Por eso es que ve estas protestas en Cajamarca y en el Cuzco. Los campesinos han dado una respuesta política a Ollanta Humala y eso ha sido convocar al pueblo organizado no a los partidos para elaborar una “nueva constitución” como la nación lo entiende, como el pueblo lo siente desde años atrás en esas luchas gigantes que ha dado.

Faltan dos meses para que se cumpla un año de gobierno de Ollanta Humala. Hasta el momento no ha dado señales claras de cómo debe hacerse la “Gran Transformación”. Nosotros lo llamamos la "Revolución junto al Pueblo". Siguen los hombres fuertes de la derecha en los puestos claves dentro del gabinete. Como son los casos de Luis Castilla en economía, Wilver Calle del interior, Oscar Valdés como primer ministro. Ha pedido el apoyo de la izquierda caviar como embajadores Aida García (Uruguay), Nicolás Lynch (Argentina), Rafael Roncagliolo este último como canciller. Solo faltamos los nacionalistas, que contribuimos por cierto para que el proceso político se acelere rápido y el hombre que se acobardó y se escondió en una iglesia-lo afirma su hermano de armas en un libro editado años después- en el levantamiento de Locumba del año 2000 hoy este sentado en el sillón presidencial. No lo va hacer, porque ha sido ingrata con la nación y desleal con los nacionalistas una vez sentado en el poder.

Considero que las ideas que Mariátegui que expuso el ilustre hombre que pario el Perú siguen aún vigentes. El primero, que tiene que ver con el desarrollo del país. Mariátegui explicaba que se debe dar una prioridad a la agricultura que el motor del progreso de la nación. Por tanto, el Estado debe democratizar las tierras de cultivo en favor del campesinado. Esto es contar con un banco agrario, dotar de tecnología a los campos, proveer de semillas naturales con el único objetivo de tener una soberanía alimentaria.

Lo otro, que es fundamental donde razona que el “socialismo no debe ser importado” sea esto de Cuba o Venezuela; es decir, no debe ser calco ni copia, sino la creación heroica de una nación. Entonces, el reto ha sido monumental para nosotros que es concebir un socialismo ancestral que nos dejaron una nación milenaria como han sido los incas. Eso ha sido entendido con amplitud por la nación y esto trajo como consecuencia de que Ollanta Humala sea el presidente. He dicho que el pueblo ha creado ese socialismo ancestral, para ser más preciso el nacionalismo; no fue Ollanta el líder que engendró ese planteamiento. Él esta con la derecha. Se siente parte de ella. Ha sido siempre de la derecha, solo que engaño con vileza con un discurso -que la nación mantenía en su interior como una ideología- como candidato. Ha traicionado a los ideales de Mariátegui, Velasco; Pachacuti y otros grandes hombres que tuvo el Perú.

Para culminar, quiero decirle al hombre que se entregó de lleno a la investigación, a la reflexión y lo ha hecho hasta el último día de su vida. Oh maestro!! Hatun J'amauta!! Le pedimos respetuosamente. Ponemos al frente del sepulcro -evocando su nacimiento el 14 de junio- donde descansa su cuerpo inerte una sola petición de la patria: de ablandar el corazón y el alma de los hombres que abrazan el socialismo marxista para que puedan cooperar con los nacionalistas en recuperar los territorios que se encuentran en manos chilenas como lo son Arica y Tarapacá. Sólo así reposarán tranquilos las almas de esos valientes soldados y héroes caídos en la guerra de 1879. Hemos insistido con esta "cuestión-nación" una y mil veces en muchos debates cerrados como son los recintos universitarios y en plazas públicas donde se libra la batalla política. Pero han sido en vano. Ilumine a ellos de sabiduría ancestral y de pertenencia a un territorio heredado. Así sea...