lunes, 26 de noviembre de 2012

El Chávez bolivariano



El Chávez bolivariano

El 7 de octubre ha sido histórico porque estaba en juego la independencia económica y política de Venezuela. Es este país que tiene cierto liderazgo en América del Sur, para estimular y empujar a ciertos grupos antineoliberales para que se hagan con el poder y revertir la dominación de la potencia gringa. Por eso, es que los medios informativos acudieron de todo el mundo, para transmitir y corroborar cual era “esa democracia” que había instalado Hugo Chávez hace 14 años. En realidad eso constituía una figura para confundir a la nación; el fondo era que Estados Unidos le arrebate el poder al pueblo. Para que esto se efectúe ha logrado tener de aliado a la derecha venezolana que ha sabido unirse en la Mesa de Unidad Democrática. La MUD llevaba a Enrique Capriles de candidato a la presidencia.

El soldado de Barinas ha sabido aprovechar al máximo su verbosidad simple, la imagen del líder incorruptible y sobre todo ser aquel hombre experto en pulverizar al oponente político. Los tres meses de campaña han sido suficientes para demostrar porque es el líder máximo de la revolución bolivariana. Para intentar su tercera reelección Chávez llama a sus seguidores a la librar “La batalla de Carabobo” para que él se mantuviera en el Gobierno. Es así, que nombra a sus colaboradores en el denominado Comando de la Patria para movilizar a sus militantes en los 24 Estados. Ahora bien, ¿qué importancia tenía el 7 O? Era vital para el país caribeño; porque se jugaban dos modelos políticos, que en los hechos era la soberanía o la colonia. Para continuar Hugo Chávez su proyecto político iniciado en 1998 busca enlazar a sus dos gobiernos anteriores con un programa socialista que busca profundizar los cambios sociales, económicos y políticos a nivel de las comunas. Eso sí siempre guiado bajo las ideas de aquel hombre Bolívar. Al otro lado, se tenía a un Enrique Capriles que proponía hacer retornar al país a la época del neoliberalismo. Era una orientación venida del exterior como es el progreso falso. Un progreso para el grupo económico y políticos embarrados en la corrupción que se encuentran asilados en Estados Unidos desde que Chávez ordena una investigación profunda a la fortuna amasada.

Esta derecha del 2012 que tenía de mando a Capriles ha desafiado abiertamente a medir las fuerzas sociales. Si bien no salió a confrontar en el plano ideológico a Chávez, pero si logra sacar a sus bases a la calle en el último mes de la campaña. Su militancia se moviliza el 30 de setiembre y llena de seguidores la avenida Bolívar para hacer ver a los medios internacionales de que tiene un amplio respaldo de la población de la capital de Caracas y remata con esa idea fuerza Capriles de que se asoma un nuevo tiempo para Venezuela. Esto hecho social fomenta cierta esperanza política en el grupo pensante de la derecha. Nunca antes un candidato de la oposición llenó una avenida importante de la capital. Es verdad, solo Hugo Chávez supo arrastrar millones de venezolanos a esta calle principal y el grupo que desbordaba este lugar era el próximo presidente de la república. Por eso, sus colaboradores de Chávez convocan a sus bases principales a tomar la ciudad capital. La corriente bolivariana descompone los principales avenidas de Caracas con los millones de seguidores en el cierre de campaña el 4 de octubre. Con esta acción era manifestar de que el triunfo estaba cerca, no para Hugo Chávez; sino para el pueblo modesto que había concurrido a respaldar físicamente al joven humilde que un día 4 de febrero de 1992 agarró las armas para rebelarse contra un gobierno corrupto de Carlos Andŕes Pérez.

Cuando un gobierno no se alinea con los intereses de un país potente como los Estados Unidos, siempre empiezan a deslegitimar el gobierno por dos lados: a nivel internacional le tildan de ser un gobierno “dictatorial” que hegemoniza el poder e internamente generan el desgobierno para causar inestabilidad política. No obstante surge la pregunta determinante, ¿cuál ha sido el elemento decisivo para que se alze Hugo Chávez con el triunfo electoral y prosiga con su mandato 2013-2019? Dos son las piezas claves para que se quede en el Palacio de Miraflores. El primero, tiene que ver con los cuadros políticos que hacen la labor de enlace entre el gobierno y el pueblo en ese espacio denominado los consejos comunales. Estos son la fuerza motor de la maquinaria social en el primer tramo de la campaña. Llevaban la posición y el programa casa por casa. En la última etapa se movilizaban por todo el territorio nacional sin que el comandante este presente físicamente producto de sus dolencias. Lo otro, ha sido el mismo Hugo Chávez. Quién ha sabido recuperarse de esa enfermedad perversa que ha mermado su salud y ha frenado su actividad proselitista. Pero no impidió que se mueva a los Estados donde la gobernación está en manos de la derecha. Desde ahí empujó a su pueblo a ganar la batalla del Carabobo. Los dirigentes que hacen el trabajo en estos espacios pequeños como son las comunas, son los que rematan con el toque guerrera de una diana la madrugada para que salgan a votar temprano por su líder militar. Chávez invocando a Dios y un poco lloroso en el cierre de su campaña, llama a su pueblo de forma desesperada en que nunca los va fallar como presidente, si le dan la confianza con sus votos. Por otro lado, el papel de los comunistas es de color negro. En esta década han ido desgastando al gobierno de Chávez y confundiendo con su idea vieja del siglo XVIII al proceso bolivariano.

Una cuestión importante para entender el nivel de participación en los centros de votación el 7 O es la práctica del voto voluntario en el sistema democrático venezolano. Esta permite que los sectores populares estén involucrados en los partidos políticos y manejen una información de lo que es una posición ideológica de los candidatos. Los dos candidatos presidenciales llamaban en su respectivo cierre de mitin: “votar todos” el domingo. Esto se pudo observar a tempranas horas el nivel de concurrencia para rubricar el voto. El Consejo Nacional Electoral ha dado a conocer que hubo una participación del 80 por ciento de la población en el proceso electoral. Idóneo para legitimar al nuevo hombre que va dirigir los próximos 6 años Venezuela.

La derecha impotente ante la falta de respaldo de la población empezó a manejar en los círculos escondidos como es el caso de algunos grupos relacionados a ONGs y en los medios de comunicación que planteaban la tesis del fraude y el posible desconocimiento si saliera elegido Chávez. Ese grupo minoritario de políticos viejos -que hacen la tarea de cavilar en los párrafos de medios impresos- ha mantenido su postura hasta el último momento. Inclusive hubo un sector de jóvenes que salieron a repartir los volantes en Altamira, afirmando desconocer los resultados y estaban en las calles para resistir la tiranía. Sin embargo, esa misma noche el fraude ha sido desechado por el mismo Capriles una vez sabido el informe del CNE. En estas elecciones el pueblo ha resultado ser el ganador y el que había perdido era él como el candidato de la oposición. Con esta posición se desvanecía el plan desestabilizador de la derecha.

El tercer mandato presidencia del Chávez alienta a fuerzas populares, nacionalistas a seguir bregando en esta larga lucha política que vienen realizando. Pero en concreto, ¿Cómo influye La elección de Hugo Chávez en otros rincones de América del Sur y del mundo? Lo primero, que se mantiene el bloque económico del Alba donde se da un intercambio justo con las naciones de Latinoamérica, y el mundo para contrarrestar el colonialismo económico promovido por Estados Unidos a nivel continental. Después, esta victoria electoral contundente repone la perspectiva a los hombres velasquistas a pensar que un gobierno revolucionario se asoma en el Perú. Puede extender un impulso sereno a un movimiento que se ha posesionado fuerte en lo ideológico y político en el Sur. Si las circunstancias y el tiempo juegan a favor de esos hombres fogueados en las elecciones del 2010, se puede abrir una integración económica con Venezuela. Eso sí, respetando al Chávez bolivariano que es él y a los velasquistas que son los nacionalistas de Arequipa.