El
7 de octubre ha sido histórico porque estaba en juego la
independencia económica y política de Venezuela. Es este país que
tiene cierto liderazgo en América del Sur, para estimular y empujar
a ciertos grupos antineoliberales para que se hagan con el poder y
revertir la dominación de la potencia gringa. Por eso, es que los
medios informativos acudieron de todo el mundo, para transmitir y
corroborar cual era “esa democracia” que había instalado Hugo
Chávez hace 14 años. En realidad eso constituía una figura para
confundir a la nación; el fondo era que Estados Unidos le arrebate
el poder al pueblo. Para que esto se efectúe ha logrado tener de
aliado a la derecha venezolana que ha sabido unirse en la Mesa de
Unidad Democrática. La MUD llevaba a Enrique Capriles de candidato a
la presidencia.
El
soldado de Barinas ha sabido aprovechar al máximo su verbosidad
simple, la imagen del líder incorruptible y sobre todo ser aquel
hombre experto en pulverizar al oponente político. Los tres meses de
campaña han sido suficientes para demostrar porque es el líder
máximo de la revolución bolivariana. Para intentar su tercera
reelección Chávez llama a sus seguidores a la librar “La batalla
de Carabobo” para que él se mantuviera en el Gobierno. Es así,
que nombra a sus colaboradores en el denominado Comando de la Patria
para movilizar a sus militantes en los 24 Estados. Ahora bien, ¿qué
importancia tenía el 7 O? Era vital para el país caribeño; porque
se jugaban dos modelos políticos, que en los hechos era la soberanía
o la colonia. Para continuar Hugo Chávez su proyecto político
iniciado en 1998 busca enlazar a sus dos gobiernos anteriores con un
programa socialista que busca profundizar los cambios sociales,
económicos y políticos a nivel de las comunas. Eso sí siempre
guiado bajo las ideas de aquel hombre Bolívar. Al otro lado, se
tenía a un Enrique Capriles que proponía hacer retornar al país a
la época del neoliberalismo. Era una orientación venida del
exterior como es el progreso falso. Un progreso para el grupo
económico y políticos embarrados en la corrupción que se
encuentran asilados en Estados Unidos desde que Chávez ordena una
investigación profunda a la fortuna amasada.
Esta
derecha del 2012 que tenía de mando a Capriles ha desafiado
abiertamente a medir las fuerzas sociales. Si bien no salió a
confrontar en el plano ideológico a Chávez, pero si logra sacar a sus
bases a la calle en el último mes de la campaña. Su militancia se
moviliza el 30 de setiembre y llena de seguidores la avenida Bolívar
para hacer ver a los medios internacionales de que tiene un amplio
respaldo de la población de la capital de Caracas y remata con esa
idea fuerza Capriles de que se asoma un nuevo tiempo para Venezuela.
Esto hecho social fomenta cierta esperanza política en el grupo
pensante de la derecha. Nunca antes un candidato de la oposición
llenó una avenida importante de la capital. Es verdad, solo Hugo
Chávez supo arrastrar millones de venezolanos a esta calle principal
y el grupo que desbordaba este lugar era el próximo presidente de la
república. Por eso, sus colaboradores de Chávez convocan a sus
bases principales a tomar la ciudad capital. La corriente bolivariana
descompone los principales avenidas de Caracas con los millones de
seguidores en el cierre de campaña el 4 de octubre. Con esta acción
era manifestar de que el triunfo estaba cerca, no para Hugo Chávez;
sino para el pueblo modesto que había concurrido a respaldar
físicamente al joven humilde que un día 4 de febrero de 1992 agarró
las armas para rebelarse contra un gobierno corrupto de Carlos Andŕes
Pérez.
Cuando
un gobierno no se alinea con los intereses de un país potente como
los Estados Unidos, siempre empiezan a deslegitimar el gobierno por
dos lados: a nivel internacional le tildan de ser un gobierno
“dictatorial” que hegemoniza el poder e internamente generan el
desgobierno para causar inestabilidad política. No obstante surge la
pregunta determinante, ¿cuál ha sido el elemento decisivo para que
se alze Hugo Chávez con el triunfo electoral y prosiga con su
mandato 2013-2019? Dos son las piezas claves para que se quede en el
Palacio de Miraflores. El primero, tiene que ver con los cuadros
políticos que hacen la labor de enlace entre el gobierno y el pueblo
en ese espacio denominado los consejos comunales. Estos son la fuerza
motor de la maquinaria social en el primer tramo de la campaña.
Llevaban la posición y el programa casa por casa. En la última
etapa se movilizaban por todo el territorio nacional sin que el
comandante este presente físicamente producto de sus dolencias. Lo
otro, ha sido el mismo Hugo Chávez. Quién ha sabido recuperarse de
esa enfermedad perversa que ha mermado su salud y ha frenado su
actividad proselitista. Pero no impidió que se mueva a los Estados
donde la gobernación está en manos de la derecha. Desde ahí empujó
a su pueblo a ganar la batalla del Carabobo. Los dirigentes que hacen
el trabajo en estos espacios pequeños como son las comunas, son los
que rematan con el toque guerrera de una diana la madrugada para que salgan a votar
temprano por su líder militar. Chávez invocando a Dios y un poco
lloroso en el cierre de su campaña, llama a su pueblo de forma
desesperada en que nunca los va fallar como presidente, si le dan la
confianza con sus votos. Por otro lado, el papel de los comunistas es de color
negro. En esta década han ido desgastando al gobierno de Chávez y
confundiendo con su idea vieja del siglo XVIII al proceso
bolivariano.
Una
cuestión importante para entender el nivel de participación en los
centros de votación el 7 O es la práctica del voto voluntario en el
sistema democrático venezolano. Esta permite que los sectores
populares estén involucrados en los partidos políticos y manejen
una información de lo que es una posición ideológica de los
candidatos. Los dos candidatos presidenciales llamaban en su
respectivo cierre de mitin: “votar todos” el domingo. Esto se
pudo observar a tempranas horas el nivel de concurrencia para
rubricar el voto. El Consejo Nacional Electoral ha dado a conocer que
hubo una participación del 80 por ciento de la población en el
proceso electoral. Idóneo para legitimar al nuevo hombre que va
dirigir los próximos 6 años Venezuela.
La
derecha impotente ante la falta de respaldo de la población empezó
a manejar en los círculos escondidos como es el caso de algunos
grupos relacionados a ONGs y en los medios de comunicación que
planteaban la tesis del fraude y el posible desconocimiento si
saliera elegido Chávez. Ese grupo minoritario de políticos viejos -que
hacen la tarea de cavilar en los párrafos de medios impresos- ha
mantenido su postura hasta el último momento. Inclusive hubo un
sector de jóvenes que salieron a repartir los volantes en Altamira,
afirmando desconocer los resultados y estaban en las calles para
resistir la tiranía. Sin embargo, esa misma noche el fraude ha sido
desechado por el mismo Capriles una vez sabido el informe del CNE. En
estas elecciones el pueblo ha resultado ser el ganador y el que había
perdido era él como el candidato de la oposición. Con esta posición
se desvanecía el plan desestabilizador de la derecha.
El
tercer mandato presidencia del Chávez alienta a fuerzas populares,
nacionalistas a seguir bregando en esta larga lucha política que
vienen realizando. Pero en concreto, ¿Cómo influye La elección de
Hugo Chávez en otros rincones de América del Sur y del mundo? Lo
primero, que se mantiene el bloque económico del Alba donde se da un
intercambio justo con las naciones de Latinoamérica, y el mundo para
contrarrestar el colonialismo económico promovido por Estados Unidos
a nivel continental. Después, esta victoria electoral
contundente repone la perspectiva a los hombres velasquistas a pensar
que un gobierno revolucionario se asoma en el Perú. Puede extender
un impulso sereno a un movimiento que se ha posesionado fuerte en lo
ideológico y político en el Sur. Si las circunstancias y el tiempo
juegan a favor de esos hombres fogueados en las elecciones del 2010,
se puede abrir una integración económica con Venezuela. Eso sí,
respetando al Chávez bolivariano que es él y a los velasquistas que
son los nacionalistas de Arequipa.