lunes, 30 de diciembre de 2013

La estrategia para recuperar el territorio preso

La estrategia para recuperar el territorio preso

Han pasado 134 cuando el país de Chile le declara la guerra al Perú. En aquel entonces estuvo como presidente Manuel Prado del partido civilista. Se sabía, con años de antelación que el ideólogo chileno Diego Portales azuzaba a su pueblo para que se adueñe de una parte importante del territorio peruano: “Tarapacá y Arica era una zona llena de riqueza mineral y pesquera que debía ser anexada rápidamente mediante una acción militar”. Y desde luego, Portales promovía una diplomacia “adversa” para quebrar la unidad política, la defensa militar de Perú y Bolivia, en caso de una agresión militar chilena.

¿Qué significaba en los hechos esa confederación de estos dos países que tienen un origen común e histórico? Pasaba a convertirse en un país más extenso en territorio y numeroso en su población. Esa acción política como fue en aquel entonces la Confederación Perú-Bolivia, sustentada por Santa Cruz- significaba la debilidad del Estado chileno -posiblemente su desaparición- y el atraso económico de Chile como república en el próximo siglo. Por ello, los chilenos se vieron en la necesidad de declararnos la guerra un 5 de abril de 1879 para hacerse con la riqueza que existía en ese departamento y luego arrebatarnos un territorio extenso como es Tarapacá que nos ha dejado nuestros antepasados los incas. 

En pleno siglo XXI han surgido voces desde el llano de la nación, de que ese tratado firmado por un militar ilegitimo como Miguel Iglesias en 1881, no tenga la validez absoluta en cuanto viola la integridad territorial  y rompe la unidad política del Estado. Por consiguiente, dentro de la  teoría de las relaciones internacionales, se acude a revisar las acciones históricas, económicas y políticas a lo largo de esos años. Se hará con más cuidado con el gobierno de Humala Tasso que considera un aliado económico del Pacifico. En consecuencia, podemos deducir que el ejército chileno invadió el suelo patrio con la complicidad de los políticos peruanos (el civilista Pardo) y de un grupo de altos mandos militares que buscaban entregarles todo el territorio y su riqueza. Pero es la nación congregada de civiles, militares y organizaciones populares armados que salen al frente en 1879, para defender el territorio en su integridad.

¿En la actualidad cual es la estrategia para recuperar ese territorio preso que se halla en manos del Estado chileno? Para responder esta premisa (tomo la teoría nacionalista), se debe desconocer todo tratado firmado con el país de Chile. Porque se dieron por hombres que no tenían la legitimidad de la nación y no contaban con el respaldo del los líderes del ejército patriota como Avelino Cáceres por el Centro y por el Sur de García Calderón. Habían subestimado por completo la moral y la confianza que de la nación los había entregado para que representen al Estado peruano. En pocas palabras, acudimos a la reflexión de que ningún tratado es perfecto y por tanto uno lo cuestiona la naturaleza misma de esos documentos firmados por los antinacionales de la patria. Con este accionar, es que se dan en los hechos la teoría realista, que lo más idóneo es nombrar como la nacionalista

Ahora, vayamos a precisar la estrategia que debe tomar un gobierno que sea en esencia nacionalista y se fije implementar un Estado nacional que sea fuerte ante el resto de los países a nivel diplomático y militar. En resumidas cuentas, lo que debe hacerse a corto plazo es, unir todas las fuerzas políticas populares para preparar a la nación para un periodo de tensión psicológica agudo y más adelante, botar a los capitales chilenos que se han hecho con el mercado nacional.

A mediano plazo, debemos adiestrar a nuestro ejército al máximo para que gane una batalla decisiva y se haga con ese territorio robada para devolverle a este suelo patrio peruano. Requerimos una oficialidad con alto grado de compromiso y que demuestre esa convicción de querer expandir el poderío del Estado, y al mismo tiempo poner a las Fuerzas Armadas a la altura de esos países europeos fuertes y temidos como son los alemanes o los rusos. Si por ahí, pudiera haber tropiezos y Chile no acepta devolver el territorio nuestro en ninguno de los escenarios planteados. En esas circunstancias  estamos obligados a derrotar militarmente y aplastarlos a su clase política y pulverizar sin piedad alguna toda esa infraestructura económica chilena que se halla en los sectores fundamentales de la sociedad peruana.

Como epilogo, para sustentar esas acciones sea esta política o militar que venga desde los poderes del gobierno, he acudido a la teoría realista (la nacionalista) donde se entiende que el Estado es unitario y poderoso; la nación debe ser soberana y un actor fundamental en los asuntos internacionales; el poder económico se unifica en manos de la nación y del Estado y la riqueza se distribuye a los nacidos de ese territorio que guarda una historia lleno de proezas en esas guerras a sangre y fuego, para mantener la riqueza y su respectivo dominio territorial.