Preparar al Perú para las
dificultades
Cuando un desconocido viene armado y se apropia de nuestra casa de
manera violenta e intenta luego sacarnos de ella. ¿Qué hacemos como el dueño de
ese inmueble que nos ha costado casi toda una vida de esfuerzo? Lo primero que se hará es decirle que abandone
de inmediatamente ese domicilio ajeno a él. Si persiste, nos obliga a tomar una
medida violenta para que abandone o tomamos el camino de la legalidad, que es
presentar una denuncia a una corte de justicia. Lo más rápido y que no implica
mucho costo económico es aplicar la expulsión por medios físicos al usurpador
que venía apropiarse de la casa, sino de todo lo que contenía en ella.
Eso es lo que está hoy pasando con el Perú. Los que vienen con ese
propósito de apropiarse del territorio (caso chileno) sea esta marítima o
terrestre, buscan quedarse también con las riquezas que contienen en ellas.
Como ese territorio tiene un dueño, debe de inmediato utilizar sus quejas ante
la comunidad internacional o en el último término: utilizar su poderosa fuerza
militar. Al mismo, tiempo es momento de preparar a la nación, para las grandes
dificultades que se tenga que enfrentar en el curso de ese periodo de poner al
país al ritmo de los grandes potencias del mundo.
Pero no se puede sacar al país del retraso con solo aplicar programas
sociales o elevar el ritmo del crecimiento económico como lo hace hoy Ollanta
Humala. Ese camino nos condena a seguir siendo un país dependiente de uno más
fuerte que está en el norte o en el sur que observa nuestras riquezas para
querer apoderarse. ¿Cómo preparar al Perú ante las dificultades que se
avecinan? Debe hacer en tres puntos centrales como inicio de un Plan Nacional
Bolognesi.
El primero, debe de estar enfocado a la agricultura. Hoy pocas familias
de apellido extranjero como los Casagrande son los dueños de esas inmensas
tierras de cultivo. Esta situación implica tomar una acción política con miras
a democratizar las tierras. Donde pasen un sector a manos de medianas empresas
que puedan ser dirigidas por los peruanos, y otro tanto al Estado. Promover las
empresas mixtas desde arriba, para que puedan participar los peruanos. El
segundo, se debe empezar la política de industrialización con los minerales que
se exportan en bruto. Acercarse a los países que tienen una tecnología de
punta, para que enseñen a nuestros técnicos jóvenes y después sacar una
tecnología de acuerdo a nuestra realidad propia como país. Tercero, poner en
punta nuestro equipo militar. Hacer una buena inversión en las Fuerzas Armadas
sea esto en el logístico e ideológico.
Todo sea para hacer respetar el territorio y las riquezas que miran los
países del exterior con vehemencia. Todas estas acciones ameritan grandes
sacrificios de la nación y sus líderes.